Hoy es el último día, me quedan escasamente 5h y seré libre, y tendré vacaciones.
Aún así, esto es terriblemente frustrante.

Esta mañana entregué la las fotos de la maldita maqueta del observatorio de aves, que tanto dolor de cabeza me dio durante más de un mes. Todo el fin de semana machacando maqueta y planos y rogándole a Ne que me ayudara a cortar maderas, porque veía que no terminaba. Currandome las fotos, iluminándolas bien, poniendo un buen fondo, buscando el ángulo perfecto, porque los profesores no la ven, se limitan a las imágenes. Todo eso para que la impresión final fuera birriosa y desmesuradamente grande. Evidentemente, quedaron fatal todas, pero ya no había tiempo de solucionarlo.

En 2h y media me examino de Rhinoceros. No es algo que lleve mal del todo, recuerdo que el año pasado cuando estudiaba en Valencia me presenté al examen de AutoCAD y 3DStudio MAX sin haber dormido, después de haber pasado la noche fuera de casa, y sin haber mirado un mísero apunte, y aún así aprobé (si es q yo XP), pero me temo que este año no tendré la misma suerte. El fin de semana decidí hacer Proyectos, acabar el observatorio, y pensé ir al Centro de Cálculo a pegarme con Rhino cuando entregara. De 14 a 18, el plan era perfecto. 4h dan para almenos 2 ejercicios. Los del turno de mañana me enseñan su examen, casualidad que era el mismo que hice en el de Valencia, la entrada de metro de Norman Foster en Bilbao. Ya podría haberme tocado a mí, habría sido grata sorpresa. Me dirijo a las salas de ordenadores, hago 3 líneas y las 15 viene el señor responsable y nos echa.

Ahora estoy en la biblioteca (sin Rhino, claro) con más de 2h por delante y sin nada absolutamente que hacer. Creo que tengo ganas de llorar, o algo. Me pregunto porqué a veces cuanto más curras más torcidas te salen las cosas. Envidio terriblemente la gente que tiene suerte, que está ahora haciéndose unas Voll-Damms en la cafetería, y que cuenta ya cuantas horas de sol y playa quedan por delante.