A veces, a tu alrededor suceden cosas injustas. No es una novedad, casi todos la prueban en un momento dado de su vida. Hoy vi como un pedacito de un muy buen amigo mío se desmoronaba, no sé las razones, pero desde luego parecía algo bastate grave. Ahora se ve obligado a dejarse la carrera, por falta económica parece, o bien a buscar un trabajo a la desesperada donde le paguen más de cuatro duros. Me duele ver cómo anda perdido, porque desde luego no se lo merece, además de que estaba consiguiendo sacar la carrera a curso por año, y eso, ya lo sabéis, es un logro. Espero de verdad que la situación se arregle, o en el peor de los casos, que no le exploten en el trabajo y pueda seguir estudiando como lo ha hecho hasta ahora.

Hoy me pregunté qué pasaría si me encontrara yo en una situación similar. He estado al borde, pero salimos a flote.Me pregunto cómo lograría sobrevivir a 12h de universidad y otras tantas de trabajo, todos los días. Me pregunto de dónde sacaría para el alquiler y qué comería, si ahora ya la cosa no está para caprichos. Probablemente volvería a Castellón, fracasada e impotente, y me metería en un curro de mierda, y me pararía a ver pasar una vida que carecería de sentido. Ahora lucho por una beca para el curso que viene, me gustaría poder vivir un poco mejor a como lo hago este año. Me gustaría no tener que gastarme el dinero de cumpleaños en billetes de metro o material para las maquetas. Aún así la cosa está difícil, últimamente el estado sólo ayuda a quién le sale de los cojones. Bienvenida, Lle, al mundo de igualdad y alegría.

Mañana me vuelvo a Barcelona, pensar en tener que coger el tren de vuelta me pone enferma, estoy histérica por los parciales, y decaída, de ellos depende mi beca, mi curso que viene, y tengo un amargo sabor a no haber hecho lo suficiente como para superarlos. Desagradable sentimiento.